sábado, 18 de mayo de 2013

MORDISCOS Y MANDARINAS

Todo empezó en el metro.En un transbordo. Delante de mi (ahora no sé si este "mi" se acentúa o no), en las escaleras automáticas, iba un tipo negro grandote y serio. Era perfecto para el papel de guardaespaldas no muy avispado pero supercachas, que se enfrenta al guardaespaldas super listo (y siempre con un profundo trauma en su pasado) que pesa la mitad y mide la mitad que él. El guardaespaldas listo y pequeñín (Kevin Costner, por ejemplo) siempre le gana, porque usa la cabeza y no la fuerza bruta.
Nuestro anónimo amigo negro del metro también era ideal para el papel de boxeador malote enfadado con el mundo que no tiene respeto por nadie y quiere matar a Rocky en el ring, que está muy asustado porque el negro malote está diez veces más cachas que él y tiene una mirada asesina llena de odio, mientras que la de Rocky sólo refleja bondad (Adriaaaaaan... te quieroooooo). Rocky siempre vence. Cuando tiene todos los ojos hinchados, los labios sangrando y el hígado destrozado a golpes recuerda algún consejo que le dio su entrenador, justo antes de morir, y lanza ese golpe casi mortal que deja al negro KO, pese a ser casi el primero que recibe en todo el combate.
Vale.Basta de cine. Ya os habéis hecho una idea de cómo es el hombre negro que me ha obligado a escribir este post, verdad ? Ahora empieza la historia.

Resulta que nuestro grandullón, en medio de las escaleras mecánicas, ha sacado de su bolsillo... una mandarina ! Eso me ha llevado a preguntarme qué tipo de cosas lleva la gente en los bolsillos, y si esas cosas pueden definirnos. Eso será otra entrada. Lo que realmente me ha dejado flipado ha sido lo que pasó después. El tiparrón peló la mandarina con sus grandes manos, guardándose las peladuras en sus bolsillos.Chico limpio y cívico. A continuación... le dio un enorme mordisco a su mandarina. Sí. Un mordisco. Grande, como toda su mandíbula. Se zampó un tercio de la mandarina. Ahí es donde flipé y me di cuenta que yo jamás de los jamases me había comido así una mandarina.

Yo la despiezo, gajo a gajo, y me los como uno a uno.E incluso puedo darle dos o tres mordicos al mismo gajo.Y no es que yo suela comer despacito ni poco a poco, más bien todo lo contrario pero... darle un mordisco enorme a una mandarina, llevándome conmigo partes de varios gajos ?

Por favor, decidme vía twitter (@jorditunon) cómo os coméis las mandarinas.Me quedaré más tranquilo si sé que no soy el único que jamás, pero JAMÁS, le ha dado un super mordisco a una mandarina intacta y acabada de pelar.

Entonces me he puesto a pensar en que quizá la vida sea una mandarina. Y las cosas buenas y malas que nos pasan estén repartidas por cada uno de los trozos que la forman. A menudo le quito algunos de esos hilitos blancos a las mandarinas. Es absurdo por que terminas comiéndote muchos "hilos blancos" igualmente. Y no saben a nada, ni te fastidian el sabor de la mandarina. Pero si hay alguno muy grande o largo o medio desprendido, se lo quito antes de comérmela. También lo hacéis ?

¿ Y si el secreto está en no preguntarnos demasiado qué hemos de apartar y qué hemos de comer ? ¿ Y si la felicidad consiste en dar mordicos muy grandes, que acaparen en un solo bocado muchos trozos de la vida, en vez de irla desmenuzando poco a poco?

A veces, en un trozo de mandarina, hay una de esas pepitas tan desagradables de tener en la boca. Si muerdes a lo bestia la mandarina, llevándote varios trozos a la vez, corres más riesgo de toparte con una de esas pepitas, pero, a la vez, quizá el sabor de la pepita maldita quede disimulado por los otros dos o tres trozos sin pepita que también has mordido. Si vas comiendo trozo a trozo, gajo a gajo, y sólo hay una o dos pepitas en toda la mandarina, tienes menos posibilidades de zampártela. Pero... si resulta que el trozo que pillas es el de la pepita, toooodo el bocado habrá sido un fracaso absoluto !

¿ Cuándo hemos de enfrentarnos a la vida a mordisquitos y cuándo a dentelladas ? Quizá si algún hada madrina nos diera una pista cada mañana, todo iría mejor. Que se nos aparezca un segundo cuando abramos los ojos y sólo nos susurre un par de palabras al oído. "Buenos días Jordi. Hoy mordisquitos".O... "buenos días Jordi. Hoy dentelladas". Y nosotros lo aplicamos a cualquier reunión de trabajo, cita amorosa, encuentro sexual o reunión de amigos.

Es muy complicada la mandarina. Digo... la vida.

Que os aproveche !

martes, 19 de marzo de 2013

PUES YO NO QUIERO SER "GUAY"

Ya sé qué nos impide a todos disfrutar un poco más de la vida.Me he dado cuenta gracias a las miles de horas que he dedicado (o malgastado) en los últimos años a navegar (cotillear o intentar ligar) por las redes sociales: Todos queremos ser GUAYS.

Es una plaga.Da igual tu sexo, tu edad o tu nivel cultural. Seguro que tú también, en mayor o menor medida, quieres ser "guay". Cuando creamos nuestra cuenta de twitter, queremos poner alguna frase que indique que somos "guays". Eso si: No puede notarse que nos hemos pasado un buen rato decidiendo qué palabras nos hacen más guays. Todo ha de parecer espontáneo. No sólo hemos de ser "guays" a ojos de todos, sino que ha de parecer que nos sale sin querer.

Hemos de entender de todo. Hemos de haberlo visto y leído todo. Hemos de haber visitado todas las ciudades del mundo. Somos guays rellenando perfiles en internet, somos guays con las chicas que intentamos ligarnos, con las chicas que conseguimos ligarnos y con las chicas que algún día nos ligamos y luego nos dejaron. Sieeeempre hemos de ser guays. Nuestra ropa ha de ser guay, con ese toque "diferente" que nos haga muuuuuy guays. Sí, hemos visto ese documental de La 2 sobre los porqués de la crisis económica, nos encanta el Redes y las series las difrutamos más en versión original. Es que somos guays.

No comemos lo que come todo el mundo. Conocemos restaurantes que poca gente conoce en nuestra ciudad, donde, obviamente, el metre ya nos conoce. Y es que somos guays. Nos gusta ir a tal o cual discoteca o club de moda, porque somos guays. Y le cambiamos el nombre a los sitios, a las cosas... ya no vamos a discos, vamos a "lounges", o a "clubs", tomamos el "lunch" y montamos "partys" en nuestros pisos que, aunque lo tengan todo de Ikea, están decorados de forma "guay", con esa lampara estrambótica en el rincón, porque somos guays.

Creo que, si durante un día, todo el mundo intentara NO ser guay, seríamos mucho más felices. Repetid conmigo: Pues sobre este tema no tengo ni idea. En realidad soy un tio bastante inseguro, pero tú me gustas un montón y no se me ha ocurrido nada "guay" que decirte... quieres cenar conmigo? No, no he visto esa serie, ni conozco a ese actor, ni he leído ese libro. No, no me gusta esa bebida tan extraña, prefiero un aguita. No, no voy a ir a tu fiesta porque me aburriré un montón, y prefiero quedarme en casa viendo esa serie que, si, ya lo sé, ve tooodo el mundo, pero es que a mi me gusta. Si, mi jersey es del Zara y lo tengo hace 10 años... vas a fijarte más en mi ropa, o mejor decides si te gusta o no mi compañía ?

Además, yo, vivo rodeado de gente que se dedica a la radio/tele... al mundo de la comunicación en general. Creedme: son (somos) los que más necesitan ser "muuuuuy guays".

Es muy cansado.Detrás de esa valla artificial de cosas "guays", está el mundo de la normalidad. Ojalá nos fuera más fácil admitir que nos equivocamos, que no somos perfectos, que de cada 1000 temas de conversación, con suerte, somos un poco entendidos en uno de ellos, que nos metemos el dedo en la nariz cuando no mira nadie, que nos gusta rascarnos entre los dedos de los pies, que nos tiramos pedos constantemente, que mil millones de cosas nos dan miedo, y que sólo, sólo, sólo... queremos ser felices.

La vida no es una peli, donde el guapo siempre es bueno, y los buenos siempre son guapos... donde siempre hay una frase ingeniosa a punto de salir de los labios del prota, y una chica preciosa a punto de caer en sus brazos fornidos.

Que tengáis un día guay.

viernes, 8 de marzo de 2013

LA HISTORIA DEL CROASSANT QUE SE ESCONDIÓ TRAS MI TAZÓN

Hace Sol, y también algunas de las nubes de mi vida se van disipando. He venido en bici hasta casa, preguntándome en qué lugar de Barcelona viviría yo si fuera paloma... aunque esa es otra historia que quizá se plasme en este blog algún día. Si, sé que hace tiempo que no escribo, pero os prometo que durante semanas me he sentido sin apenas fuerzas para hacer nada. Cual Popeye con mis espinacas, Asterix con su poción mágica o Contador tras un solomillo clenbuterolado, siento que también va saliendo el Sol dentro de mi.

La entrada de hoy va dedicada a mi amiga Sabela, que lleva tiempo riñéndome por tener el blog abandonado. Me pasó ayer por la noche, cuando viví uno de esos momentos, bastante habituales en mi vida, de "quiero más".

Resultó que paseando por la carretera de Sants topé de frente con unos deliciosos mini-croassanitos de chocolate. Y digo mini porque, en el reino croassanil, el tamaño sí importa y, creédme, a más pequeños más sabrosos. Si pensáis que un angelito apareció en mi hombro derecho y un diablillo en el izquierdo y se desencadenó una lucha a muerte para decidir si compraba o no los croassanitos... estáis equivocados. Todo el ejército de diablos croassaneros venidos de los avernos chocolateros me empujaron a engrosar la lista de deslices cometidos por no resistirme a mi segundo pecado capital preferido: La gula.

Llegué a casa y degusté mi tesoro. Uno a uno los mini-croassanes (un cuarto de kilo, que el nene se cuida) fueron cayendo, cual Falete en "Splash" a lo más profundo de mi precioso tazón azul lleno de leche con Nesquick. Mientras pensaba en mis cosas y veía un interesante documental, no recuerdo en qué canal, sobre la de veces que se intentó matar a Stalin (mala hierba nunca muere), la población de croassanes en su bolsa de papel fue menguando. De los primeros asesinatos croassaniles, nada selectivos, se pasó a un genocidio total, con una vacía y arrugada bolsa de papel como único testigo de mi desmedida gula.

Entonces me entró esa horrible sensación de "quiero más". "¿Por qué no has comprado medio kilo, Jordi? ¿Querer perder algo de peso y estar sin un duro te parece motivo suficiente para haber comprado sólo un cuarto de kilo de mini delicias de chocolate? Acabas de zamparte el villaconejos de los croassanes, cuando tú habrías querido arrasar Manhattan!!

En fín, que no había más croassanes. Creo que la pereza es mi tercer pecado capital preferido, así que dudé un instante entre recoger la mesa ya, o ir directo al sofá y terminar el documental sobre Stalin. Que conste que hay algunas tentaciones a las que sí me resisto, y decidí llevar la taza al lavavajillas.

Sí, amiguitos. En ese momento ocurrió. Fue ese segundo del día que provoca en ti una gran sonrisa. Aparté la taza y, agazapado, estaba ese croassanito remolón que creyó, por un segundo, poder huir de mi cruel asedio a su pueblo-bolsa-de-papel. Sé que estaba haciendo lo mismo que hacía yo cuando mis profes en BUP recorrían la clase con sus miradas para elegir a alguien que saliera a la pizarra: Todos hemos hecho el estúpido gesto de mirar al infinito pensando "no estoy aquí, no estoy aquí, no estoy aquí... si yo no le miro, él no puede verme".

No le sirvió de nada.Lo saboreé más despacio que al resto de sus hermanos, y me supo a gloria.

Creo que todos deberíamos mirar bien alrededor de las tazas de nuestra vida, porque es probable que un croassanito avispado, un trozo de chocolate, o vete a saber qué bonita sorpresa, esté esperándonos. Estamos tan pendientes de tantas cosas, que a menudo vivimos mirando fíjamente al frente, y perdiéndonos gran parte del paisaje, sin mover nuestras tazas ni nuestros platos de sitio, y quizá ahí esté ese croassant que nos falta.

Deberíamos preguntarnos más si miramos en la dirección correcta, si caminamos hacia el lugar correcto, si vamos a la velocidad adecuada. Qué pasa si me paro un rato ? Qué pasa si tomo este desvío ? Qué pasa si quiero bajar la ventanilla y silbar ?

Felices croassanes,




domingo, 28 de octubre de 2012

TRISTEZA

Hay días que te sientes triste y se te van las fuerzas por no sabes dónde. Hay horas que pasan raspándote la piel cómo papeles de lija que envuelven todo lo que te duele y creías enterrado. Hay noches que te llevan a todos los lugares a los que juraste no volver, las canciones se convierten en martillos que te golpean y recuerdos en forma de aguja se te clavan y se te clavan. Hay rostros que quisiste olvidar y aparecen sin permiso repicando en tu tejado cuando tú sólo quieres dormir. A veces mil sacos de arena se anudan a  tus pies mientras tú sólo quieres nadar, aunque el agua esté tan fría y la playa tan tan lejos.Hay días que aunque las buscas no encuentras a esas hadas de los cuentos. Días en que cada sombra es una bruja, en los que todas las escaleras son de bajada y todas las nubes lluviosas.Si para encontrar la más mágica de las puertas, hay que estar muy muy perdido... ya debo estar cerca del pomo. Buenas noches.

jueves, 11 de octubre de 2012

MUNDOLILIPUT.COM

Siempre me he considerado un privilegiado. La vida me ha hecho muchos regalos. Algunos no os los voy a contar (y siento deciros que son los más importantes).Otros... sí. Uno de esos regalos ha sido poder dedicarme, durante casi toda mi vida, a hacer aquello que me gusta. Para mi "ir a trabajar" nunca ha sido "ir a trabajar". Llevo algo más de15 años hablándole a micrófonos. Ya lo hacía en el comedor de mi casa a los 8 años, os lo prometo.Sé que no es normal reirse a carcajadas la mayor parte del tiempo que estás "trabajando". Sé que no es normal estar de vacaciones y echar de menos "mi trabajo".Sé que no es normal estar pensando en "mi trabajo" mientras me ducho, paseo, veo la tele e incluso en sueños. Pues todas esas cosas me han pasado.Desde aquí quiero daros las gracias a las muchísimas (pero que muchísimas) personas que, en estos meses, me habéis enviado mails, tweets o palomas mensajeras interesándoos por mi situación profesional, preguntando cuándo íbamos a volver a la antena.No os exagero nada si os digo que muchos de esos mails me han hecho saltar las lágrimas.GRACIAS.

Pues bien: Hemos creado nuestra propia antena. Es una isla. Se llama LILIPUT y desde ella volveremos a hablaros como lo hemos hecho siempre: huyendo de lo políticamente correcto, llamando a las cosas por su nombre, tratando temas que, creemos, son los que interesan a la gente.Hablando a veces de cosas muy serias y muchas otras veces de cosas triviales e incluso absurdas.Todas ellas forman parte de nuestro mundo, de nuestras mentes, de nuestra personalidad. Eso si: Lo haremos con sentido del humor. No es que hayamos decidido hacerlo así, es que no sabríamos hacerlo de otra manera.Muchos me habréis oído decir que creo que hay muy muy muy pocas cosas en la vida que deban tomarse en serio o que merezcan que nos preocupemos por ellas.

LILIPUT es un proyecto que me ilusiona muchísimo. Empezaremos a emitir el lunes 15 de octubre.De 11 a 12 de la noche emitiremos LILIPUT en catalán, y de 12 a 2 de la madrugada, en español.Todos los programas podrán oírse a través de nuestra web. Tomad buena nota de ella porque quiero que empiece también a formar parte de vuestra vida. Al menos ese es mi deseo y el de todo el equipo: WWW.MUNDOLILIPUT.COM 

La versión en catalán, además, podrá escucharse a través de COOLTURA FM, una emisora de radio a la que me quiero mucho, con sede en Sabadell (97.6 FM).

No puedo contaros de qué va a ir el programa, porque aún no lo sé ni yo.Hay una nebulosa de ideas, palabras, secciones, que corren por mi mente. En pocos días esas nubes irán cogiendo forma y se convertirán en un programa de radio. Espero teneros a todos al otro lado, haciendo con nosotros el programa.

Muchos me habéis preguntado si QUERALT FLOTATS sería parte del equipo. Es una pregunta absurda.Yo ya no sabría ponerme ante un micrófono sin ella.Necesito mirar a un lado y ver a esos despiertos ojos azules pegados a esa cara siempre sonriente.Queralt se va a mudar a vivir en Liliput, igual que yo. Y también Marina, esa loca idealista que se hace querer más y más a medida que la vas conociendo. Estaremos los 3 dando rienda suelta a nuestra incontinencia verbal.

LILIPUT es LA REVOLUCIÓN DE LOS PEQUEÑOS. No formarmos parte de ninguna gran cadena de radio (lo cual tiene muchas ventajas, creedme), pero espero poder contar con todos vosotros: Con ese ejército de personas que nos habéis acompañado en las ondas durante estos años.Siempre me ha enorgullecido comprobar la gran cantidad de gente que seguía mis programas y, sobretodo, lo heterogéneo de ese grupo: Gente de todas las edades, de pueblecitos minúsculos y de grandes ciudades, de clase económica baja, media, alta... hombres, mujeres, jóvenes, no tan jóvenes, gente mayor... Gente que pensaba como nosotros, otros con ideas que estaban en las antípodas de mi pensamiento... Gente, gente, gente... gente que nos llamaba, que nos venía a ver al estudio, que nos regalaba cosas, que nos enviaba mails, que nos felicitaba, que nos quería, que nos insultaba... Gente por todos lados.Espero que eso siga pasando en LILIPUT. Os queremos y os necesitamos más que nunca.

Dejadme también dar la bienvenida a dos nuevos miembros del equipo, que tambien vivirán en LILIPUT. Me hace muy feliz compartir isla con ARNAU BALLESTER.Arnau es un tipo al que quiero y admiro.Y ambas cosas no son fáciles.Él ve la vida de una forma muy diferente a como la veo yo, y eso me gusta.He aprendido mucho con él, su amistad es uno de los tesoros que tengo en mi vida, y poder secuestrar sus ideas y su cerebro en beneficio de este nuevo proyecto es un lujazo.

El otro habitante de nuestra isla es JULIO MARTÍNEZ. Julio es de los que se esconden bajo una careta de chico formal, responsable, serio, empresario... Y luego descubres que es un loco más, tan vitalista y enamorado de la vida como a mi me gusta la gente. La vida me ha hecho topar con él de "casualidad", y los que me conocéis ya sabréis lo que opino yo sobre las casualidades.Derrocha talento por sus cuatro costados. Me encanta haberle conocido y espero que se quede mucho tiempo en LILIPUT.

Este es nuestro nuevo proyecto. Un programa de radio de lunes a viernes, por las noches, a través de internet.¿Sabéis cuál es mi mayor deseo?. Os lo cuento: Creo que hay 3 tipos de programas de radio: Los que tienen mucha audiencia, los que tienen poca audiencia, y los que son UNA FAMILIA. Con nuestro anterior programa nos pasó eso: Lo sentíais parte de vuestra vida.Escucharnos por las madrugadas era algo "especial", era parte de vuestro día a día. Nos llegásteis a sentir de la familia, igual que nosotros a vosotros.Eso me gustaría que pasara con LILIPUT: Volver a crear algo, juntos, entre vosotros y nosotros, que fuera parte de nuestras vidas, y sentirnos de nuevo como un montón de gente que tiene algo en común, algo que les une durante unas horas al día.Ojalá volváis a sentir ese "algo" como vuestro y nos ayudéis a que nuestra isla vaya creciendo más y más en cada emisión.

Estos días me siento como un crío que sabe que los Reyes Magos están a punto de llegar.Me muero de ganas de ponerme ante el micro la noche del lunes.Espero que os guste.O quizá no. Sólo os diré que cada palabra que oigáis en LILIPUT nos saldrá de dentro, del corazón, del alma, y que bueno o malo, haremos un programa DE VERDAD, AUTÉNTICO.

El lunes nos oímos. Gracias a todos por estar ahí.

P:D: Hemos creado un tweeter: @mimundoliliput y un grupo de facebook: "mundoliliput.com".

miércoles, 19 de septiembre de 2012

TIENES UNA BOLA BLANCA

Ya sé lo que nos impide salir de "la crisis": La falta de alegría. Cada vez hay menos alegría en las caras de la gente y, me temo, también en sus almas.Nos cuesta mucho decirle algo bonito a otra persona.Pensad en cuántas veces, durante la última semana, os reísteis a carcajadas con alguien, o le dijistéis a alguien, de corazón (pelotear no cuenta), algo bonito: "Me encanta estar contigo". "Cómo me alegro de que estés en mi vida". "Te queda genial ese jersey que llevas". Valen por igual las cosas trascendentales como las triviales. Vale.Y ahora pensad en cuántas veces, en esa misma semana, habéis criticado a alguien, os habéis enfadado con alguien, le habéis tocado el claxón o insultado a alguien desde el coche, o, sencillamente, y perdón por el lenguaje, os habéis cagado en la madre que parió a alguien. Si en vuestro contador particular gana lo negativo, es que algo estáis (estamos) haciendo mal. Por qué nos es tan fácil sacar la ira que hay en nosotros ? Criticar a los demás ? Ver los defectos y las cosas que no nos gustan ? y... por qué cuesta tanto decir cosas bonitas, alabar a alguien, disfrutar de las pequeñas cosas y olvidar el mundo por un rato ? A veces, las cosas más obvias, son las más difíciles de decir, las que olvidamos más fácilmente, en las que nunca pensamos. Os contaré algo que es una obviedad, pero en lo que deberíamos pensar más a menudo, creo yo. En el mundo hay unos 7000 millones de personas. De esos, unos 1000 millones vivimos en el "primer mundo". Yo defino el primer mundo como aquél en el que, los problemas de la gente, en realidad no son problemas.Nos quedan 6000 millones de personas que, podéis creerme, viven mucho peor que nosotros. La mitad de esos 6000 millones de personas viven muy pero que muy mal. Pero son los "afortunados" de esos 6000 millones porque, la otra mitad, sencillamente, sólo tiene una preocupación: pensar si podrá comer hoy.Eso significa, amiguitos, que cuando nacimos jugamos a un juego: Alguien metió 7 bolas en una bolsa.De esas 7 bolas, 6 eran negras y una blanca y nos dijo: "Mete la mano y saca una". Vosotros, que estáis leyendo esto, al igual que yo, sacamos la bola blanca. Repito: Había 7 bolas, 6 negras y una blanca. Sacamos la blanca. Nacimos en el lugar adecuado. Aún así, la cantidad de tiempo que pasamos quejándonos, peleándonos, criticando, enfadados, tristes, cabreados... es muy grande.Al morir, alguien debería reproducir un DVD con los "ratos en los que has estado triste/enfadado"... y si supera el 20% del tiempo que hemos estado en este mundo, castigarnos a verlo una y otra vez. Sé que las cosas están como están.Yo sigo sin trabajo, y no es algo agradable (se aceptan ofertas de curro, que yo valgo mucho). Pero, amiguitos, pensadlo, valoradlo: Sacásteis una bola blanca. Disfrutadla.Es más que vuestro derecho: Es vuestra obligación.

jueves, 13 de septiembre de 2012

FELICES GRITOS

Hoy en el súper una mami compraba con su hijo.Mientras ella iba metiendo cosas en el carro, el niño hacía... pues el niño hacía de niño ! La mami se limitaba, sin apenas mirarle, pendiente como estaba de los productos de las estanterías, a escupirle frases que siempre siempre siempre empezaban por "no". No toques eso.No grites. No saltes dentro del carro. No cojas esas patatas. No te metas el dedo en la nariz. No molestes a ese señor. Os aseguro que en pocos minutos le he oído decir un montón de frases que siempre empezaban por "no". En algún momento del camino los seres humanos debimos pensar que legislar era sinónimo de prohibir. Que educar consistía en confeccionar una lista de las cosas que no se deben hacer. Que proteger implicaba advertir, prohibir, negar, amenazar... Yo no tengo hijos, pero cuando los tenga pienso enseñarles todas las cosas que sí me gustaría que hicieran. Seguro que a vosotros, como a todo el mundo, os han dicho mil veces "esto no se hace", "esto no se toca", "esto no se come", "esto no se mira", "esto no se dice".Con un lenguaje tan frecuentemente en negativo... ¿de verdad esperamos crear una sociedad positiva? ¿Por qué no empezar a decir "ahora puedes gritar", "canta todo lo fuerte que puedas" "corre todo lo que te dé la gana"? ¿Por qué la quietud y el silencio son considerados valores positivos para un niño pequeño? Yo no querré que mis hijos estén ni quietos ni callados. La gente grita muy poco, canta muy poco, salta muy poco, corre muy poco y se ríe a carcajadas pocas veces. A veces, en la radio, me encerraba en un estudio y ponía alguna de mis canciones favoritas con el volumen a tope. Es una de las ventajas de poderse meter en un estudio insonorizado. Durante un buen rato, cantaba a pleno pulmón. Si la puerta del estudio hubiera estado abierta, me habrían oido a veinte metros de distancia. No os hacéis una idea de lo bien que sienta. Gritad un poquito más. Pero no por rabia, sino por el placer de gritar. Hacedme caso: Iros a una playa solitaria, encerráos en el sótano de casa, perdéos en un bosque... y gritad. Soltad un "aaaahhhhh" con todas vuestras fuerzas, todo el rato que seáis capaces de sostenerlo. A mi me hace sentir mejor.Si en tantos sitios hay zonas para fumadores, yo reivindico que haya "zonas para gritones".Cabinas donde poder meterte y gritar.Mientras esperamos en un aeropuerto, o en la sala de espera del médico, o antes de una entrevista de trabajo...

- Perdone, señorita... ¿podría indicarme la zona para gritones más próxima?"
- Sí, tiene una justo al final de este pasillo.
- Gracias. Necesito un fuerte "Aaaarrrrrgggggg...", que seguiré con un "ooooohhhhhhh" antes de culminar con un potente "Yiiiiiiiiiiijjjjjjaaaaaaaaaa".

Hay demasiadas cosas que nos apetece hacer en nuestro día a día que no podemos, no debemos, o "no está bien" que hagamos. Algo hemos hecho mal por el camino. Dejemos de educar con el "NO".Felices gritos.